diumenge, 18 de desembre del 2016

Humo, luz y hielo

                               Bosques de neuronas se elevan a mí alrededor. Grandes bóvedas y galerías azules que se iluminan con impulsos, trasmitiéndoselos unos a otros como una cadena de montaje infinita y casi perfecta. Mi piel no es blanca ni negra. Ni hombre ni mujer, no me identifico con nada en mi mundo. No soy nada más que la deidad de mi tierra. Siempre y cuando no este durmiendo, el amo de mi imaginación soy yo. Aunque parezca egocéntrico y narcisista es verdad. Yo elijo quien vive y quien muere, quien vive feliz y quien se retuerce eternamente en el peor de los sufrimientos.
                En mi catedral de proteínas y lípidos mis decisiones se cumplen. Si mis ángeles de piedra quieren vivir viven. Yo elijo quien de mis amigos tiene poderes y cuáles son esos poderes.
                Es mi fuerza, el único talento que creo poseer es mi imaginación, y eso me hace feliz. Pueden desgarrarme o encerrarme, pero dentro de mí estoy entero y libre. Mi mente es mi mejor amiga, amante y guía de la vida. No me considero un loco solitario, mis amigos y familia están por encima de mi destino siempre, pero encuentro un gran confort al llamar a mi capacidad de crear y encontrarla siempre a mi lado.
                Cuando era más pequeño siempre estaba creando mundos de fantasía donde yo era mil cosas. Con ocho años yo era raro por no querer crecer. Tener que madurar me asustaba por si debía de renunciar algún día a mi imaginación. Hoy, estoy feliz y orgulloso de mi mismo, por seguir siendo capaz de deformar la realidad y de crear tanto como quiero. Me siento más fuerte porque mi imaginación cada vez es mejor.
                Un 18 de diciembre del año 2013 me propuse plasmar parte mi mente en el mundo. Por eso cree este blog. En aquel momento Humo, luz y hielo me parecía un gran nombre, ahora ya no tanto, pero eso da igual. He redactado 70 historias muy breves en 72 relatos completamente diferentes. Este es el número 73. En tres años he mostrado un pedacito de mi alma dividido en 73 trozos a todos aquellos que lo quisieran leer. Mi primer propósito es dar las gracias. Gracias a todos aquellos que habéis leído todas o casi todas mis historias. Aquellos que se pusieron mi blog de preferente o que se aprendieron de memoria el impronunciable nombre que le puse al link. Gracias a los que me habéis enviado algún mensaje diciéndome lo que os ha gustado cierta entrada. Aquellos que han compartido mi blog por sus redes Gracias a los que simplemente os habéis parado a leer una sola entrada. Espero que estas gracias lleguen a todos. No sé lo que hubiera durado este blog sin vuestro apoyo.
                A veces, me he mantenido más lejos de los personajes que he creado. A veces eran personificaciones de mi amor, mi dolor o mi felicidad. Algunas de estas entradas tenían el propósito de ayudar a alguno de mis amigos a tomar alguna decisión o, simplemente, porque necesitaban ánimos y esta era la mejor forma que tenía de darlos. Espero que os hayan servido.
Banderas negras, Cosas de la noche, Tesoro, Oportunidades, Aire de tristeza, Flores en el bosque, Humanos… Son algunos de los nombres con los que he bautizado mis entradas (ni siquiera yo las recuerdo todos). Es posible que algunas de esas entradas solo se conserven en el blog, perdidas incluso en mi memoria. Las quiero a todas como partes de mi cuerpo.

 Mi propósito al escribir esto era ponerle punto y final o seguir adelante. Aún no sé qué hacer. Puede que no lo sepa jamás. En fin. Después de tres años sigo siendo casi el mismo, aunque ahora me quiero y me acepto mucho más que por aquel entonces. Por eso quiero dedicarme la septuagésimo tercera creación de mi mente, pero también y por encima de todo, te la dedico a ti. Te haya gustado o no, muchas gracias por existir. 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada