diumenge, 28 de febrer del 2016

Humilde rencoroso

                Nos empeñamos en poner por escrito todo lo que la humanidad ha hecho desde que empezó. Intentamos recordar todo lo que hemos hecho mediante fotos, todas las experiencias que hemos vivido en un vídeo, en un trozo digital que nos diga que hemos sido felices. Pero pese a todos nos obligamos a olvidar todo lo relacionado con los sentimientos y las relaciones.
                Ser rencoroso está muy mal visto. Claro, es mejor seguir como si nada hubiera pasado, como si nadie te hubiera clavado una puñalada trapera por la espalda. ¿Si? Pues no. Y no me refiero a no olvidar las cosas estúpidas que te puede hacer alguien insignificante o gilipollas, no, esas cosas no valen la pena ni memorizarlas. A lo que yo me refiero es a lo que te puede hacer alguien a quien quieres.
                Lo primero que te dicen es: “si quieres a alguien debes perdonarlo”. Me parece maravilloso, haz las paces todas las veces que quieras. ¿Pero olvidar? Nunca. Jamás. Los recuerdos son los que nos hacen ser como somos, los que forjan nuestra personalidad y nos hacen ser cada vez mejores o peores. Pero también, los recuerdos son nuestros guías, son nuestra linterna en la oscuridad, los que nos dicen que no tropecemos en la misma piedra y los que nos indican que esa persona no es perfecta, que es capaz de hacerte mucho daño.
                Además, ¿Cómo quieren que olvidemos que esa pareja, amigo o familiar al que tanto queremos nos ha hecho daño? Precisamente son las heridas más difíciles de cerrar ya que no te esperas que te hagan daño. No quieres pensar que son capaces de romperte y dejarte como un muñeco de trapo, tirado en la calle en medio de una tormenta. No puedes pensar que esa persona o personas tan especiales van a dejarte solo y herido. No, esas cosas son muy difíciles de olvidar porque el amor que sentimos hacia ellas nos lo impide.
                Aunque como ya he dicho, no debemos olvidar, pero si perdonar. Sí que es verdad que vale la pena luchar por una persona a la que se la ha querido durante tiempo, aunque como me dijo un amigo, el tiempo se puede plegar y es bastante relativo. La cuestión es que se puede seguir apreciando a un amigo por ejemplo sin olvidar el daño que te ha podido haber hecho. Es más, vale la pena estar junto a alguien que pese haberle hecho mucho daño sigue estando a tu lado y sigue amándote, incluso con más fuerza.

                Cuando alguien dice que la persona que de verdad te quiera es la que te ha visto en tu peor forma y sigue contigo, yo pienso que no. La persona por la que vale la pena morir es aquella a la que le has causado el daño más atroz, y aunque no es capaz de olvidar, puede perdonarte y vivir con ello porque te quiere.Que, pese a que sabe el dolor que puedes producir, sigue confiando en ti y poniendo su vida en tus manos. Pero bueno, que cada uno tome sus decisiones, porque esta es sola la opinión de un humilde rencoroso. 

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