Nos empeñamos
en poner por escrito todo lo que la humanidad ha hecho desde que empezó.
Intentamos recordar todo lo que hemos hecho mediante fotos, todas las experiencias
que hemos vivido en un vídeo, en un trozo digital que nos diga que hemos sido
felices. Pero pese a todos nos obligamos a olvidar todo lo relacionado con los
sentimientos y las relaciones.
Ser
rencoroso está muy mal visto. Claro, es mejor seguir como si nada hubiera
pasado, como si nadie te hubiera clavado una puñalada trapera por la espalda.
¿Si? Pues no. Y no me refiero a no olvidar las cosas estúpidas que te puede
hacer alguien insignificante o gilipollas, no, esas cosas no valen la pena ni
memorizarlas. A lo que yo me refiero es a lo que te puede hacer alguien a quien
quieres.
Lo primero
que te dicen es: “si quieres a alguien debes perdonarlo”. Me parece maravilloso,
haz las paces todas las veces que quieras. ¿Pero olvidar? Nunca. Jamás. Los recuerdos
son los que nos hacen ser como somos, los que forjan nuestra personalidad y nos
hacen ser cada vez mejores o peores. Pero también, los recuerdos son nuestros guías,
son nuestra linterna en la oscuridad, los que nos dicen que no tropecemos en la
misma piedra y los que nos indican que esa persona no es perfecta, que es capaz
de hacerte mucho daño.
Además,
¿Cómo quieren que olvidemos que esa pareja, amigo o familiar al que tanto
queremos nos ha hecho daño? Precisamente son las heridas más difíciles de
cerrar ya que no te esperas que te hagan daño. No quieres pensar que son
capaces de romperte y dejarte como un muñeco de trapo, tirado en la calle en
medio de una tormenta. No puedes pensar que esa persona o personas tan
especiales van a dejarte solo y herido. No, esas cosas son muy difíciles de
olvidar porque el amor que sentimos hacia ellas nos lo impide.
Aunque como
ya he dicho, no debemos olvidar, pero si perdonar. Sí que es verdad que vale la
pena luchar por una persona a la que se la ha querido durante tiempo, aunque
como me dijo un amigo, el tiempo se puede plegar y es bastante relativo. La cuestión
es que se puede seguir apreciando a un amigo por ejemplo sin olvidar el daño
que te ha podido haber hecho. Es más, vale la pena estar junto a alguien que
pese haberle hecho mucho daño sigue estando a tu lado y sigue amándote, incluso
con más fuerza.
Cuando
alguien dice que la persona que de verdad te quiera es la que te ha visto en tu
peor forma y sigue contigo, yo pienso que no. La persona por la que vale la
pena morir es aquella a la que le has causado el daño más atroz, y aunque no es
capaz de olvidar, puede perdonarte y vivir con ello porque te quiere.Que, pese a que sabe el dolor que puedes producir, sigue confiando en ti y poniendo su vida en tus manos. Pero bueno,
que cada uno tome sus decisiones, porque esta es sola la opinión de un humilde
rencoroso.
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